Muchas personas recuerdan esta parte de la asignatura como una de las más aburridas. Y es que no es para menos cuando vemos la tabla con la hilera de pronoms febles y las combinaciones posibles.
Por un momento nos ponemos en la piel del alumno y nos entra una pereza terrible tener que aprender todo esto de memoria. Sin embargo somos conscientes, después de 30 años trabajando con ellos, que los trabajos colaborativos son una buena opción para estudiar sin darse cuenta.
Hoy hemos hecho una sesión y nuevamente vuelve a dar buen resultado. No obstante, la prueba de fuego la tendrán en el examen.
Os dejamos con unas imágenes de los equipos de trabajo, donde se ve como comparten conocimientos y métodos para aprender este entramado llamado: «Pronoms febles»