Los niños no sólo QUIEREN jugar… sino que NECESITAN jugar y DEBEN jugar.
Cuando pensamos en la palabra “juego”, tendemos a relacionarlo con la palabra diversión y tiempo libre. No obstante, no podemos olvidar que también es sinónimo de aprendizaje y de asimilación de conceptos nuevos.
El juego es innato, pues todos los niños lo utilizan de manera inconsciente y natural para aprender. Por tanto, el juego es una de las herramientas de aprendizaje más poderosas que existen. Son muchos los beneficios que aportan a los niños:
- Les ayuda a mejorar sus competencias sociales y de lenguaje.
- Promueve el aprendizaje colaborativo y/o cooperativo.
- Fomenta un modelo de enseñanza/aprendizaje significativo.
Además, los juegos son un plus de motivación para nuestros alumnos, ya que les hace tener ganas de participar en las tareas propuestas, aprendiendo sin realmente ser conscientes de ello.
Nosotros lo tenemos claro y, por eso, apostamos por una educación diferente: una educación de calidad, basada en una metodología activo-participativa, dinámica y, porque no, divertida.
En esta ocasión os queremos presentar una nueva metodología para repasar y afianzar contenidos: Kahoot. Se trata de una aplicación que nos permite convertir una típica prueba lineal aburrida en un concurso vibrante y emocionante con el que la diversión está asegurada. Con Kahoot, las clases se vuelven totalmente activas y el alumno es protagonista y consciente de su proceso de enseñanza/aprendizaje.
¿Aún no habías oído hablar de ella? ¡A nuestros alumnos les encanta! No importa la edad ni la materia. La misma emoción y alegría desborda las aulas de primaria y secundaria cuando oyen la palabra “kahoot”, ya sea en matemáticas, English y/o Natural Science.
Imagínate el concurso ¿Quieres ser millonario? donde había una pregunta y cuatro respuestas, pero en esta ocasión en vez de una única persona participando, son todos los alumnos de la clase. Cada uno en su Ipad tiene las 4 posibles respuestas marcadas en colores y en la pizarra digital la pregunta con esas mismas 4 opciones. Una vez todos han marcado su opción, la pizarra da el resultado del total de todas las respuestas obtenidas y la respuesta correcta. De esta manera los niños van sumando puntos, que se representa en un ranking y al final del ejercicio les ofrece un mensaje personalizado y motivador.
Este es un ejemplo pero existe infinidad de posibilidades y de juegos, tantos como el profesor esté dispuesto a aportar a sus alumnos.
¿Qué destacamos de este recurso?
- El profesor puede explicar conceptos si observa que algún alumno no señala la respuesta correcta.
- Dependiendo del volumen de respuestas incorrectas, puede hacerlo de manera general o individualizada.
- Es un recurso para todas las edades, ya que es una aplicación que te permite adaptar las preguntas y el criterio de evaluación según sea necesario.
- Al tratarse de un juego y no de una clasificación, el alumno espera el siguiente Kahoot con entusiasmo para superar su posición de ranking y se esfuerza en su aprendizaje.
Recuerda, no podemos ni debemos pensar en el juego como un simple descanso del aprendizaje “serio”, pues forma parte de la vida del niño y, por tanto, debe tener un papel fundamental en la escuela.